Llevamos ya varios años observando que cada vez hay más gente que se anima con esto del patinaje (se puede ver perfectamente en el Retiro en donde a diario varias escuelas de patinaje enseñan a niños, jóvenes y adultos este divertido deporte y, también, en las nuevas tiendas dedicadas al patinaje que han abierto sus puertas en nuestra ciudad como
se rueda e
in-Gravity). Pero si en algo se ha notado de verdad, es en la mención que se hace de él en anuncios de radio (como uno de la DGT en el que invitan a los coches a respetar a ciclistas y patinadores) y publicaciones oficiales.
Tras algunas tímidas notas en números anteriores en las que se hacía referencia al patinaje en Madrid, en el número de
julio-agosto de este año de la revista
esMADRIDmagazine, por fin han decidido dedicar la foto de portada (una foto preciosa, por cierto) a nuestro deporte favorito:
Como podéis ver, en la foto aparece una chica con patines tradicionales (también llamados "de paralelo" o "tradis") cruzando el río por el original puente de Dominique Perrault
que, en un alarde de modernidad, está dividido en sentido longitudinal en dos partes bien diferenciadas: una dedicada a peatones, y, la otra, a ciclistas y, por supuesto, también a nosotros.
Ya comentamos en la entrada anterior el nuevo espacio que Madrid Río nos proporciona para practicar este sano deporte; seis kilómetros de lo que ha sido denominado "senda ciclable" (ya que es de uso compartido por peatones -que tienen preferencia- bicicletas y patinadores) de unos seis metros de anchura y que, por desgracia, y debido a que está construido con un conglomerado de arena, presenta, tras apenas cuatro meses desde su inauguración oficial en abril de 2011, zonas seriamente deterioradas.
Esperemos que las empresas adjudicatarias que se encargaron de la construcción de los distintos tramos del carril -pues se aprecia claramente las distintas calidades de construcción entre unos y otros- se hagan cargo y solucionen el problema que, a este ritmo, puede convertir el carril (en un espacio no muy grande de tiempo) en una pista comparable a las calles con peores asfaltos de Madrid.
No podemos concluir la entrada sin destacar el estupendo
skate park que ha sido construido a la altura de la Arganzuela:
un
skate park que dispone de rampas, un
bowl y una pista de patinaje bastante grande.
El fallo más grande que se le pueda achacar es que, para llegar desde el carril bici del río hasta la zona patinable del
skate park hay que atravesar una zona de horrorosos adoquines; los mismos que separan -una vez dentro- la zona de rampas de la pista de patinaje.
Esperamos que os animéis a descubrir este nuevo espacio de la ciudad de la mejor manera posible que es, sin duda, sobre unos patines :)